Personalmente, tanto a mí como a mí familia, nos encantó la comida, muy buena y los camareros muy simpáticos y agradables. El precio del menú es bueno 12 euros y las pizzas parecen italianas de buenas que están. El restaurante está muy bien situado al lado de la catedral y a unos minutos del Albaicin y de la Alhambra.
Fuimos por unas cervecitas, pero estuvimos flipados por el tamaño de la tapa! La tapa por elegir, hemos elegido la ensalada CESAR y su tamaño, sabor y de todo era impresionante. El camarero, chico joven muy simpático y atento.. doy 9 puntos!
Un lugar perfecto para cenar, un trato excelente de los camareros y la comida espectacular. Sin duda volveré mas veces.
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